Aquí os dejamos algunos puntos que nuestra colaboradora la logopeda Andrea Iglesias  de Neurat, considera que debemos tener en cuenta:

  1. Ante dificultades y/o errores en la lectura y escritura, tanto en su producción como en su comprensión.
  2. Errores en el cálculo.
  3. Problemas en la articulación de alguna palabra.
  4. Se pone nervioso mientras habla.
  5. Habla demasiado rápido.
  6. El ritmo de habla está alterado.
  7. No le entienden personas desconocidas.
  8. Muestra rechazo hacia algunos alimentos.
  9. Movimientos extraños con la lengua u otra estructura durante la alimentación (observable al tragar el alimento o la saliva) provocando dificultad para tragar. Especial atención en casos de ortodoncia.
  10. Respira por la boca. Siempre tiene la boca abierta.
  11. Existe babeo frecuente a los dos años de edad.
  12. Ausencia de contacto ocular con personas de su entorno.
  13. No localiza la fuente sonora al año de edad.
  14. No devuelve la sonrisa.
  15. Ausencia de intención comunicativa.
  16. No juega con objetos de manera funcional.
  17. Maneja alguna o muy pocas palabras a los dos años.
  18. Si tiene más de 18 meses y no responde a su nombre.
  19. No sigue órdenes simples al año y medio de vida.
  20. Entre los dos y tres años no emplea frases de dos o tres palabras.
  21. Llama la atención la melodía de su habla.
  22. Posee reducida mímica facial.
  23. Grita al hablar.
  24. Pérdida total o parcial de la voz con frecuencia.

¡Y si tienes alguna otra duda, contacta con un/una profesional que te orientará adecuadamente!